Arroz con leche: el postre maestro
El arroz con leche es una de esas recetas inventadas para alegrarnos la vida. No solo está delicioso y es fácil de preparar, además es muy versátil y se adapta a todo tipo de gustos: más denso, más ligero, especiado… Si eres un cocinero novato, preparar la receta básica de arroz con leche es tan sencillo que te saldrá rico a la primera. Si ya lo tienes dominado, hay mil variantes que puedes probar para darte un gustazo. Sea como sea, si te gusta el arroz con leche te interesa seguir leyendo…
Cómo hacer arroz con leche
Ingredientes
La receta de arroz con leche es uno de esos legados que pasan de padres a hijos. Cada familia tiene la suya, pero si quieres hacer una receta de arroz con leche fácil debes partir de los siguientes ingredientes: arroz, leche, azúcar, canela y cáscara de limón.
Consejos Brillante
A partir de aquí hay quien añade mantequilla o nata para hacerlo más cremoso, quien aconseja dar un hervor al arroz en agua antes de agregarlo a la leche, quien añade otras especias… Cada cocinero tiene su toque pero todos comparten algunas claves para hacer el arroz con leche más rico del mundo:
1. El arroz debe ser redondo
El arroz redondo tiene la propiedad de liberar mejor el almidón, esto es fundamental para asegurarte de que tu postre quede cremoso. Cremoso no significa pastoso: elige una variedad que no se pase, como Brillante Sabroz, y así siempre te quedará en su punto.
2. Déjalo enfriar
De acuerdo, cuesta muchísimo no meter la cuchara antes de tiempo, pero el arroz necesita un tiempo de reposo para alcanzar su consistencia ideal. Recuerda empezar a cocinar con tiempo suficiente para que tu arroz con leche pueda estar completamente frío a la hora del postre.
3. Mima los detalles
Muchas veces el éxito de las recetas está en los detalles. Usa sólo la parte amarilla de la cáscara de limón, porque la blanca puede transmitir toques amargos. Haz un atadillo con los palos de canela y el limón para retirarlos fácilmente antes de servir. Añade el azúcar siempre al final de la cocción para que quede en su punto y no se endurezca.
4. Experimenta con recetas diferentes
No hay amante del arroz con leche que se resista a probarlo en todas sus consistencias y presentaciones. Tarta de arroz con leche, puding de arroz con leche, batido de arroz con leche, helado de arroz con leche… No hay forma o textura que se le resista.
Tu propia receta de arroz con leche
Te encanta el arroz con leche, tienes la receta básica dominada y –por qué no decirlo– un poco vista. No te preocupes, sobran ideas para innovar con este postre y comerlo (o beberlo) de mil maneras. Sólo déjate llevar por estos consejos y acabarás chupándote hasta los codos:
- Hazlo tuyo con las especias. El arroz, sobre todo si es Sabroz, absorbe muy bien los sabores. Esto invita a innovar y variar en las recetas dándole chispa con nuevos aromas. Cardamomo, clavo, anís, vainilla… Pon en marcha tu investigación particular para dar con tu combinación perfecta, seguro que te chupas los dedos.
- Añade un punto crujiente. El contraste cremoso y crujiente en los postres siempre triunfa. Puedes añadir frutos secos o una capa de azúcar quemada para dar ese toque de cris-cris. También puedes hacer un arroz con leche en dos texturas coronando tu postre con un poco de arroz inflado, aromatizado con tus especias favoritas.
- Hazlo apto para todos los públicos. Vale que la receta tradicional es la mejor pero el arroz con leche sin lactosa o el arroz con leche desnatada también son deliciosos. No hay excusas para que personas con intolerancias, alergias o limitaciones en el consumo de grasa no se den el gusto: solo sustituye la leche entera por semi o desnatada, leche sin lactosa o leches vegetales. ¡Todo el mundo a disfrutar!
- Dale forma a tu creatividad. El arroz cocinado es blando y se maneja muy bien. No te cortes y úsalo para idear recetas de bolitas o bombones rellenos de arroz dulce. Un arroz con leche bien consistente puede ser una base estupenda para tus creaciones.
Postres con arroz: arroz con leche y más allá
El arroz es muy versátil en repostería, porque puede adoptar texturas muy diferentes, del crujiente más divertido al cremoso más suave. Gracias a su contenido en almidón también nos ayuda a dar consistencia a puddings y tartas, con muchas posibilidades en postres tradicionales o innovadores. Hay ejemplos para todos los gustos:
- Arroz con leche en todas sus variantes. Hablamos de nuestro arroz con leche de toda la vida. ¿Nuestro? No exactamente. Esta receta tiene su propia versión igualmente deliciosa en otras partes del mundo, más cercanas como el arroz doce portugués, que incorpora yemas a la receta española. Hay también otras más exóticas, como el Kheer indio, en la que su inconfundible textura untuosa se aromatiza con frutos secos y especias que hacen que nos suene la música, pero con letra distinta.
- Cremas y flanes. Esa textura tan cremosa que aporta el arroz a las preparaciones es una base riquísima para miles de ideas de postre. Resulta siempre suculento, ya sea dando una curiosa vuelta a recetas tradicionales como la crema catalana o en ideas innovadoras para los chefs más inquietos, como este pastel de arroz con chocolate
- Pasteles, tartas y puddings. Otra de las ventajas del arroz en repostería es que confiere consistencia a las preparaciones. Una textura muy especial que se puede disfrutar en un, en un pudding de arroz con leche ¡o como se te ocurra!
- Pastas dulces. Los dulces a base de pasta de arroz, poco conocidos en España pero muy populares en la gastronomía asiática, se consumen en diferentes formas y colores en países como Japón, donde se llaman Mochi, también China, Corea y países del sudeste asiático.
- Crujientes. Si lo fríes o lo tuestas después de cocerlo, el arroz se hincha y se vuelve ligero y crujiente. Esta textura tan divertida eleva varios niveles de disfrute cualquier preparación cremosa (helados, yogures, natillas), y se lleva fenomenal con el chocolate. No en vano el arroz inflado es el alma del turrón de chocolate que tantas navidades nos ha alegrado. También sirve también de base para hacer un delicioso snack casero en forma de tortitas o barritas, que puedes aderezar con miel, sésamo y frutos secos, o con lo que más te guste.
- Bebidas. Si tomarte un batido de arroz te parece una idea muy rompedora, es porque no conoces la chicha criolla, una deliciosa bebida del recetario tradicional venezolano que recuerda al arroz con leche. Habitualmente se disfruta fresquita en la merienda, como nuestra horchata. Otras formas de consumir arroz en estado líquido son las leches de arroz, cuyo consumo crece en pleno auge de las bebidas vegetales, ya sea en la alimentación vegana o por intolerancias o alergias.
- Arroz seco. ¿Arroz seco dulce? Pues sí. En la gastronomía de países en los que el arroz está en la dieta diaria, como la pakistaní, existen postres como el Zarda, un arroz amarillo con frutos secos y especias que se come en días de fiesta. En Tailandia lo toman de postre hervido y aderezado con leche de coco, acompañado de fruta.
Ya ves que es muy fácil disfrutar a menudo con postres de arroz variados y ricos. Espera, ¿a menudo? Ten en cuenta que el arroz sólo aporta hidratos de carbono y minerales, apenas tiene grasas, así que los postres elaborados con arroz no tienen por qué ser una bomba calórica. Sólo es cuestión de elegir bien las recetas y dejar las más pesadas para darte un homenaje de vez en cuando.
¿Se te ha hecho la boca agua? Pues ya estás tardando. Si tienes un paquete de Sabroz en tu despensa te hace falta muy poco más para marcarte un pedazo de postre. O más de uno.