Ni la famosa biblioteca de Alejandría reunía tanto conocimiento como el que atesora tu cuñado, eso seguro… Pero sin intención de quitarle ningún mérito al erudito de la familia, hay ciertas cuestiones que los expertos en arroz conocemos mejor que nadie; entre ellas: cuánto arroz por persona se echa a la paella.
Y es que aunque esta pueda parecer una cuestión sencilla, no lo es en absoluto. Para empezar, no solo hay que tener en cuenta la cantidad de arroz y de personas, sino también los ingredientes y el caldo. Y más aún: ¿queremos una paella con arroz suelto o seco? O por el contrario, ¿buscamos cocinar un arroz algo más meloso o caldoso? Lo sabemos, las dudas se te acumulan. Pero no temas, estamos aquí para resolverlas todas.
Tamaño de la paella
El tamaño sí es importante, al menos en lo que a paellas se refiere. Es importante que te asegures de que cuentas con una paellera que sea apta para el lugar en el que vas a cocinarla y que tenga las medidas adecuadas para el número de comensales que se van a sentar alrededor de la mesa.
Hay tres tipos de paelleras en función de la fuente de calor:
- Paelleras para gas, leña, grill y horno. Estas pueden estar hechas de acero pulido, esmaltado, vitrificado, inoxidable o de carbón.
- Paelleras para inducción o vitrocerámica. La diferencia principal con las anteriores paelleras es que en su base son totalmente planas para optimizar al máximo la superficie de contacto. Además, son más gruesas para soportar la mayor concentración de calor.
- Paelleras antiadherentes. Aunque probablemente pienses que todas lo son, no es así. Y no lo son por una muy buena razón: el socarrat. Esa fina capa tostada de arroz que se queda pegada al fondo y que es la parte favorita de muchos paella lovers, no se forma en en este tipo de sartenes.
Y al respecto de las medidas:
- De 30 cm. Para 2 – 3 personas.
- De 40 cm. Para 4 – 5 personas.
- De 45 cm. Para 5 – 6 personas.
- De 50 cm. Para 6 – 8 personas.
Ahora que ya sabes si dispones de la paellera más adecuada, vamos al siguiente paso: la cantidad de arroz por persona que lleva una paella.
¿Cuánto arroz debes poner por persona en una paella?
Si quieres que las cantidades se ajusten lo máximo posible, te recomendamos que eches 100 gramos de arroz por persona en la paella, o lo que es lo mismo, medio vaso. Pero ojo, esa es la cantidad que debes de echar de arroz crudo, nunca hervido (ya que esa misma ración pesa aproximadamente el doble una vez cocinado).
También es importante el caldo a la hora de preparar la paella perfecta. Si contamos con un arroz redondo, será necesario echar un vaso de caldo (20 cl) por cada medio vaso de arroz (100g) -cálculo por persona- De esta forma, obtendremos una paella con arroz entre seco y suelto, en su punto.
Si las matemáticas no son lo tuyo, no te preocupes. Te lo ponemos fácil:
Para 3 personas
Necesitarás:
- 300 gramos de arroz o un vaso y medio.
- 60 centilitros de caldo o tres vasos.
Para 6 personas
Necesitarás:
- 600 gramos de arroz o tres vasos.
- 1’20 litros de caldo o seis vasos.
Para 10 personas
Necesitarás:
- 1 kilogramo de arroz o cinco vasos.
- 2 litros de caldo o diez vasos.
*Dato importante: ten en cuenta la cantidad de carne o marisco que eches a la paella. Si echas mucho, puedes echar algo menos de arroz (ya sea en una paella para 3 o para 10 personas).
Cómo medir el arroz por persona
Seguro que tu cuñado no habla de gramos de arroz, ni de litros de caldo. Lo más probable es que él mida las cantidades en vasos o en puñados y, como en casi todo en esta vida, tiene razón…
Lo cierto es que esa es la forma en la que las recetas de paellas y arroces han ido pasando de generación en generación. Y es por eso que te hemos indicado el equivalente de cada cantidad desde el principio, para que ahora que dominas el arte de la paella, no se te escape ni un grano.
- 100 gramos de arroz = medio vaso = dos puñados.
- 20 cl de caldo = 1 vaso
Conclusión
Si crees que ha llegado la hora de deslumbrar a tus seres queridos con una paella deliciosa, adelante. Con estos consejos ya tienes gran parte de las herramientas necesarias para ponerte manos a la obra y destronar a tu querido cuñado que, quién sabe, lo mismo prefiere encargarse de los postres y cócteles, y se os queda un día Brillante.