1 - Preparación previa de los ingredientes
Antes de comenzar, asegúrate de tener todos los ingredientes listos y a mano. Mide 650 ml de leche, 150 g de azúcar, 80 g de mantequilla, y 200 g de Sabroz.
Saca los 4 huevos del frigorífico con tiempo suficiente para que alcancen temperatura ambiente, lo que facilitará su integración en la mezcla.
Saca la masa de hojaldre de la nevera y déjala reposar a temperatura ambiente durante unos 10 minutos. Esto permitirá que la masa se ablande ligeramente, lo que la hace más fácil de trabajar y menos propensa a romperse al manipularla. Asegúrate de tener a mano el papel de horno para forrar el molde y la mantequilla para engrasar las paredes.
Derrite la mantequilla en un recipiente aparte para que esté lista cuando la necesites en la mezcla. Este paso te ayudará a agilizar el proceso de cocinado, asegurando que todo esté preparado cuando sea el momento de comenzar.
2 - Preparar el molde y la masa de hojaldre
Forra la base del molde con papel de horno para evitar que la tarta se pegue al fondo, asegurando que sea fácil de desmoldar.
Recorta el exceso de papel para que no sobresalga del molde. Engrasa bien las paredes del molde con mantequilla para evitar que la masa de hojaldre se adhiera durante la cocción. Este paso es esencial para obtener una base crujiente y bien cocida.
Cubre el molde con la masa de hojaldre, presionando suavemente en el fondo y los bordes para que quede bien ajustada y no se formen burbujas de aire. Si la masa se rompe o se agrieta, puedes arreglarla presionando con los dedos para juntar las piezas.
3 - Triturar el arroz y tamizar la harina
Tritura el arroz Sabroz hasta que se convierta en una textura fina, similar a la harina. Para ello, utiliza un procesador de alimentos o una batidora potente.
Es importante tamizar la harina resultante antes de usarla, ya que esto elimina cualquier trozo más grande que pueda haber quedado, asegurando que la masa final quede suave y sin grumos. Este paso es clave para lograr una textura fina en el relleno de la tarta.
4 - Cubrir el molde con la masa de hojaldre y preparar el relleno
En un bol grande, rompe los cuatro huevos y añade el azúcar. Bate la mezcla con una batidora de varillas hasta que se vuelva espumosa y aumente su volumen. Esto asegura una textura ligera en la tarta.
Añade la leche poco a poco, batiendo continuamente para evitar que los ingredientes se separen. A continuación, tamiza la harina directamente sobre la mezcla, lo que ayuda a que se integre de manera uniforme y evita grumos. Bate nuevamente hasta que la mezcla sea homogénea.
Derrite la mantequilla en el microondas o en una cacerola a fuego lento, y una vez derretida, incorpórala a la mezcla batiendo bien hasta que esté completamente integrada. Asegúrate de que todos los ingredientes estén bien mezclados para obtener una textura uniforme en el relleno.
5 - Hornear la tarta asegurando una cocción uniforme
Vierte la mezcla de relleno en el molde forrado con la masa de hojaldre, asegurándote de distribuirla de manera uniforme. Precalienta el horno a 175°C con calor arriba y abajo. Coloca la tarta en el centro del horno para asegurar que reciba un calor uniforme desde todos los ángulos.
Programa 50 minutos inicialmente, pero comienza a revisar la tarta a partir de los 40 minutos, ya que los hornos pueden variar en su nivel de calor.
La tarta estará lista cuando la parte superior esté dorada y, al insertar un palillo en el centro, este salga limpio. Si ves que la parte superior se está dorando demasiado rápido, puedes cubrirla ligeramente con papel de aluminio para evitar que se queme.
6 - Desmoldar y enfriar la tarta de manera correcta
Una vez que la tarta esté completamente cocida, retírala del horno y colócala sobre una rejilla para que se enfríe un poco antes de desmoldarla. Es importante dejar que repose durante unos 5 minutos en el molde para que se asiente y no se desmorone al desmoldar.
Abre cuidadosamente el molde y retira la tarta. Colócala directamente sobre la rejilla para que se enfríe completamente. Dejar la tarta sobre la rejilla permite que el aire circule alrededor, evitando que se acumule humedad en la base y manteniendo la textura crujiente del hojaldre.
7 - Servir y disfrutar esta deliciosa tarta de arroz
Una vez que la tarta esté completamente fría, córtala en porciones individuales con un cuchillo afilado para obtener cortes limpios y precisos.
La tarta de arroz se puede servir tal cual, disfrutando de su suave textura y su delicioso sabor, o puedes espolvorear un poco de azúcar glas por encima para darle un toque final más atractivo y dulce. Si deseas añadir un contraste de texturas, acompáñala con una bola de helado de vainilla o una cucharada de nata montada.
La tarta de arroz es ideal para disfrutar como postre en cualquier comida o como un capricho dulce a media tarde junto a una taza de café o té. ¡Sirve y disfruta de este delicioso postre bilbaíno con tus seres queridos!