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Leche de coco, un manjar muy saludable
La leche de coco se obtiene de mezclar la carne del coco, madura y triturada, con agua. Es distinta del agua de coco, ya que esta última es simplemente el jugo natural del coco.
Se trata de un tipo de leche muy usada en algunas partes de América Latina y Asia, en las zonas tropicales donde se cultivan los cocos. Y se usa no solo en gastronomía, sino también para nutrir plantas o la piel humana.
Propiedades de la leche de coco
La leche de coco es muy rica en calcio, pero también en otros minerales como el selenio, magnesio, hierro, fósforo y sodio, y una gran fuente de vitaminas C, E, B1, B3, B5 y B6.
Tiene la ventaja de no tener lactosa, por lo que es muy buena para personas que tienen algún tipo de intolerancia a esta sustancia.
Este tipo de leche tiene un contenido alto de ácido láurico, el cual fortalece el sistema inmunitario y esto es bueno en caso de infecciones.
También ayuda a producir los niveles correctos de la hormona tiroidea, a regular el sueño, hidratar la piel y regular el sueño.
Ideal para el verano, pero sin excederse
La leche de coco es muy fresca para el verano y, por tanto, muy apetecible en los días muy calurosos, pero se debe tener cuidado al consumirla, ya que también tiene un alto índice calórico, y beberla como si fuera agua, nos puede llevar a ganar peso sin buscarlo. Y es que cada 100 gramos de esta leche tienen aproximadamente 123 calorías.
Este alto índice calórico se debe en parte a que tiene cantidades considerables de grasa, por lo tanto, es mejor elegir leche de coco baja en grasa y evitar las enlatadas.
El cardamomo, un lujo asiático
Originaria de países asiáticos, como India o Sri Lanka, esta especie se ha extendido por varios países del mundo, tanto en Asia como en zonas de América.
Es muy valorada en varias gastronomías por la intensidad de su aroma y su sabor, con toques cítricos y dulces.
El cardamomo más valorado es el verde, ya que es el que se conserva en su estado original y mantiene, por tanto, sus mejores características. También existe el cardamomo blanco, pero ese sí ha sido tratado, lo que provoca que se pierdan algunas de sus características más preciadas.
Para mantener las condiciones óptimas del cardamomo, lo más conveniente es comprarlo en vainas enteras y retirarles las semillas en el momento de incorporarlas al plato, así estarán en su punto máximo de sabor e intensidad. Pero, si esto no es posible, también se pueden comprar las semillas.
Muy habitual en la cocina india, el cardamomo debe usarse en pequeñas cantidades ya que, por sus características, tiende a cobrar mucho protagonismo en los guisos. Y se puede agregar tanto a platos salados, fuertes, como los currys o guisos de carne, como a platos dulces, en tartas o arroces con leche.
Es además un excelente digestivo que se puede beber como infusión y ayuda a mejorar la digestión.
TRUCO BRILANTE: si te gusta que tu arroz con leche quede cremoso, debes removerlo constantemente durante la cocción, y hazlo de preferencia con un cucharón de madera, para evitar así romper la textura del arroz.
Y, si quieres aumentar aún más la cremosidad, añade una yema de huevo al final, cuando lo retires del fuego.
También es aconsejable dejarlo reposar una media hora, al menos, después de cocinarlo, para que se asiente bien y su consistencia sea perfecta.
El arroz con leche es un plato muy tradicional, que todos hemos probado desde días inmemorables, cuando éramos esos niños golosos que empezábamos a descubrir sabores y placeres, y que nos ha acompañado toda la vida y, por algún motivo, nunca nos cansa. Y lo bueno es que también es una receta muy versátil que nos permite imaginar nuevos sabores y experimentar en la cocina. Por eso, no dudes en probar este arroz con leche de coco. ¡Que aproveche!