Recetas para disfrutar de la cocina
Sorprende a tus invitados con esta irresistible receta de Arroz con panceta y pollo. Este es un delicioso plato sobre todo gracias al Arroz Brillante Sabroz, una variedad exclusiva que absorbe todo el sabor de los ingredientes con los que lo acompañes. Pero no te dejes engañar, es mucho más sencilla de lo que parece. Además, esta receta es ideal para compartir y salir de la rutina en un fin de semana. ¡Conviértete en un cocinillas y sorprende a todos tus invitados!
Lo mejor de las recetas que te proponemos es que los ingredientes que utilizamos son muy fáciles de encontrar. Sin embargo, siempre puedes adaptar los platos a tus necesidades o aprovechando los elementos con los que ya cuentes en casa. Atrévete con estas recetas y combina los ingredientes a tu gusto. Pero si todavía necesitas más inspiración para tu dieta semanal, te dejamos con este Arroz con pollo y berenjena. ¡No te arrepentirás de probarlo!
Cómo saber cuándo nuestro arroz está listo
Una de las dudas más frecuentes cuando cocinamos arroz es cómo sabremos cuando está listo. Puede ocurrirnos que nos quedemos cortos de cocción y el arroz esté duro o que nos pasemos de cocción. Aunque con arroz Brillante Sabroz será muy difícil equivocarnos.
Sin embargo, te damos algunos tips para que pases a jugar en la liga de los expertos en arroces y tus platos estén siempre perfectos. El tiempo de cocción juega un papel muy importante en la elaboración de arroces, por lo que tienes que estar muy pendiente. El arroz en su punto tiene un color homogéneo y los granos están enteros. En cambio, cuando el arroz está pasado tiene un aspecto arrugado y los granos se parten por la mitad, de lado a lado.
Directamente relacionado con el tiempo de cocción está la temperatura a la que debemos mantener los ingredientes. Aunque tengas algo de prisa, lo cierto es que la temperatura ideal a la que debe cocerse un arroz es a fuego medio o bajo, por lo que debes dejar que el propio arroz se tome su tiempo si quieres que esté perfecto. Así también evitamos que el agua se evapore demasiado pronto y que el arroz acabe pegandose en la paellera.
Si vas a sofreír el arroz, como es el caso de esta receta, es muy importante también el orden en que añades los ingredientes. Lo primero será el aceite, después las verduras y la carne y, por último, el arroz. Debes removerlo muy bien para que quede impregnado de todos los sabores y, además, se haga por igual en todas las partes de la paellera. Con este método también evitas que se te pegue al fondo de la paellera.
Un truco que usan en algunos restaurantes orientales (la cultura oriental es una de las más expertas arroceras, puesto que la mayor parte de este cultivo proviene de allí) es dejar a remojo en la nevera el arroz durante toda la noche antes de cocinarlo. Con esto consigues que cuando lo sofreímos quede entero y suelto.
Si te has pasado de cocción probablemente no tenga demasiada solución y el sabor no sea el mismo que con un tiempo de elaboración adecuado. La verdad es que el arroz pasado puede comerse sin problemas, aunque la textura no sea tan agradable.
Eso sí, existen algunos trucos para poder arreglarlo aunque sea un poco. Nuestra recomendación es echar un chorro de aceite, remover bien y después introducirlo en el horno durante unos 15 minutos o en el microondas un par de minutos a potencia máxima. Verás que el resultado no es el mismo, pero es bastante mejor.
Normalmente, además, solemos cometer bastantes errores a la hora de cocinar el arroz. Esto puede ser desde no usar tapa (aunque hay recetas que no lo requieren, muchas otras sí que lo hacen) hasta remover demasiado. Si no es para incorporar ingredientes y que queden de forma uniforme lo mejor es no metas la cuchara en la olla y que cueza tranquilo.
En el caso del risotto sí que tendrás que remover para obtener un aspecto más cremoso. Pero si se trata de un arroz seco, como en el caso de nuestra receta de hoy, debemos tocarlo lo justo hasta que llegue la hora de servirlo.
Como se hace el vino fino
Las variedades que se utilizan para este vino son las blancas Palomino (jerez y manzanilla), Zelma (Huelva) y Pedro Ximénez en Montilla- Moriles.
Primero, se fermentan a temperatura controlada, como cualquier vino blanco, para conservar sus propiedades aromáticas y sensoriales. Cuando el vino esté preparado, se encabeza y se le agrega alcohol vínico, para que la graduación alcance los 15 grados. Esto es para que las levaduras que se forman sobre el vino puedan sobrevivir y crear una barrera protectora con el oxígeno sobre el vino, y además así se consume el azúcar que pueda quedar en el vino original. Finalmente, este proceso se realiza siguiendo el sistema de criaderas y soleras, para permitir que mantengan sus características año tras año.