Risotto de pera y gorgonzola

1 - Saltear la cebolla

El primer paso para este delicioso risotto de pera y gorgonzola es preparar todos los ingredientes, lo que incluye tener el caldo de verduras listo con antelación. El caldo es una parte esencial del risotto. Para esta receta, utilizamos un caldo de verduras casero, y así tenemos una receta apta para quienes siguen una dieta vegetariana, pero también lo podríamos cocinar con caldo de pollo, según la preferencia. Preparar el caldo es sencillo. Usamos ingredientes frescos como cebolla, apio y zanahoria para un sabor más profundo. Si prefieres ahorrar tiempo, puedes utilizar caldo comprado, asegurándote de que sea bajo en sodio para mantener una dieta equilibrada.

Comenzamos cortando las cebollas en brunoise y las peras en cubos, quitándoles el corazón. También podemos reservar algunas peras enteras para la decoración final. Es fundamental preparar todos los ingredientes con antelación para que el proceso de cocción sea fluido y eficiente.

2 - Saltear la cebolla

A continuación, calentamos un poco de aceite y mantequilla en una sartén y añadimos las cebollas picadas. Sofreímos las cebollas a fuego medio hasta que estén blandas y transparentes. Este proceso toma unos minutos y es importante no apurar para evitar que se quemen y adquieran un sabor amargo.

Con las cebollas ya sofritas, añadimos el arroz Sabroz. Este tipo de arroz es ideal para el risotto por su capacidad para absorber líquidos y liberar almidón, lo que da como resultado un plato cremoso y delicioso. Mezclamos bien para que se impregne de los sabores de la cebolla y la mantequilla. Este paso es esencial para conseguir un risotto homogéneo y sabroso.

El siguiente paso es verter el vino blanco sobre el arroz. El vino debe ser seco para equilibrar la dulzura de las peras y la intensidad del queso gorgonzola.  Dejamos que el vino se reduzca esperando que se evapore el alcohol y permitiendo que los sabores se concentren antes de proceder con los siguientes pasos. Es importante esperar a que el alcohol se evapore completamente antes de continuar con los siguientes pasos. Este proceso aporta una profundidad de sabor que caracteriza a un buen risotto y es crucial para desarrollar los sabores del risotto.

3 - Verter el caldo

Continuamos añadiendo el caldo caliente al arroz, poco a poco, moviendo continuamente. Este caldo debe estar caliente cuando se añada al arroz, lo que permite que el grano absorba el líquido de manera uniforme y mantenga una cocción constante. Este es el secreto para un risotto cremoso. El arroz debe absorber el caldo lentamente, permitiendo que libere almidón y adquiera una textura suave y melosa.

Probamos de sal y ajustamos al gusto. Continuamos añadiendo caldo y moviendo el arroz hasta que esté en su punto. Este proceso puede llevar unos veinte minutos, pero es crucial para lograr la textura perfecta.

4 - Caramelización de las peras

Mientras, en otra sartén, añadimos las peras cortadas en cubos con mantequilla, miel y zumo de limón. Esto añade una capa de dulzura y profundidad al plato. Vemos cómo se van caramelizando y cómo las peras se van oscureciendo.

Reservamos las peras caramelizadas y repetimos el proceso con las peras enteras para la decoración.

5 - Finalizar con últimos pasos del risotto

Cuando el arroz está casi listo, añadimos la mantequilla, el queso gorgonzola y el queso Grana Padano o parmesano. Movemos bien hasta que todos los ingredientes estén integrados y el risotto tenga una consistencia cremosa.

Finalmente, incorporamos las peras caramelizadas, mezclamos bien y retiramos del fuego.

6 - Decoración y presentación

Decoramos el risotto con ralladura de limón, más queso, pimienta y unas hojas de albahaca. Este toque final no solo añade un atractivo visual sino también un frescor y contraste de sabores que elevan el plato.

Disfrutar de este risotto de pera y gorgonzola no solo es un placer para el paladar, sino también una manera de compartir momentos especiales en la mesa.