BrillanteRecetasRecetas con huevo y arrozArroz a la cubana

Arroz a la cubana

523 cal/ración

Por Núria Bartolomé

Ingredientes

Una receta de...

Núria Bartolomé

Vídeo receta

Sácale una sonrisa a los más peques de la casa

Si eres fan de Masterchef o simplemente te gusta estar al día, seguro que aún recuerdas al famoso ‘León Come Gambas’, que venía a ser algo así como el ‘Ecce Homo’ de la alta cocina… Pues bien, si tú también aspiras a ser un artista de la pista o simplemente te gustaría sorprender a los más pequeños de la casa, la receta de arroz a la cubana con arroz redondo de vasitos Brillante te brinda la oportunidad perfecta.

Presta atención porque te contamos cómo emplatar para que no solo resulte apetitoso, sino también divertido. Vamos a montar un volcán:

–  El vasito de arroz Brillante será la base de la montaña, así que hay que intentar que permanezca lo más sólida posible, al menos hasta que llegue a la mesa.

–  Rodea la base de la montaña con las rodajas de plátano caramelizado.

–  Sobre la montaña de arroz, derrama la lava; o lo que es lo mismo, la salsa de tomate. Puedes echar toda la que quieras. ¡Nadie sabe a ciencia cierta cuánto dura una erupción!

–  Y ojo porque esta es la parte más delicada: coloca el huevo en la cima del volcán. En función de cómo hayas hecho la yema, el ‘fuego’ chorreará o no hasta llegar a los plátanos de la base.

Si has conseguido sacar una sonrisa a tus hijos o a tus invitados -tengan la edad que tengan-, enhorabuena. ¡Misión cumplida!

¿Te ha sobrado un plátano? ¡Hagamos patacones!

Si has utilizado estos plátanos para hacer esta receta con vasitos Brillante, estás de suerte. Aprovecha cuando el aceite del huevo esté caliente para hacer unos riquísimos patacones. ¿Cómo?

Corta el plátano en rodajas más o menos anchas, de 3 – 4 centímetros de grosor, y aplástalas para que queden con forma de galleta. Para ello, puedes utilizar cualquier utensilio: una cuchara, una macilla, el culo de un vaso…

Vuelve a poner muy caliente el aceite donde has frito el huevo y añade poco a poco las rodajas aplastadas. Lo ideal es que lo vayas haciendo de tres en tres, para que puedas estar al quite sin que se queden demasiado crudas, ni demasiado hechas. Lo recomendable es que las saques del fuego cuando alcancen la textura de una torta crujiente por fuera y cremosa por dentro.

Et voilà! Una vez que se enfríen, tendrás unos patacones listos para mojar en la salsa de tomate.

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