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Maridaje y recomendaciones
El atún es uno de los pescados más consumidos en España, debido a su exquisito sabor, su alta disponibilidad y a que sus inigualables propiedades organolépticas lo convierten en un producto muy versátil para la cocina.
El atún, que no debe confundirse con la caballa o el bonito, es un excelente ingrediente de una gran variedad de recetas y, si se marida bien, formará parte de una experiencia culinaria, que sorprenderá muy gratamente a todos tus comensales.
Debido a la intensidad de su sabor y su textura es conveniente maridar a este pescado con vinos de sabor suave, afrutado y con una buena gradación de alcohol, como los pinot noir –afrutados y con taninos untuosos- o los chardonnays –por la madurez de su uva y su paso por barrica-.
En definitiva, para maridar nuestra receta de pastel de arroz salado, te recomendamos los siguientes tipos de vinos:
–Como es bien sabido, el vino blanco es fácil de combinar con casi cualquier receta. En el caso de nuestro pastel con atún, será su acidez lo que contribuya a convertirlo en un acompañante excelente, ya que ayudará a contrarrestar el intenso sabor de la grasa del atún.
–Un vino espumoso, ligero y fresco, cuya espumosidad domine sobre el sabor de la grasa del atún, en el paladar. De esta manera, se suavizará el intenso sabor del atún.
–Los vinos rosados, aunque tienen baja acidez, pueden combinar bien con el atún, debido a su sabor fresco y afrutado, que permitirá al atún mantener su protagonismo, consiguiendo un equilibrio perfecto.
–Finalmente, un vino tinto joven también puede acompañar bien al atún. Es importante que sea joven, ya que su sabor es suave y no compite con la intensidad del sabor del atún, a diferencia de los crianza o reserva, cuya madurez le da un intensidad de sabor que podría robar protagonismo al pescado de nuestra receta de pastel de arroz salado.
Curiosidades
Albahaca
La albahaca es una especia que solemos relacionar con la Bella Italia, y es que es un clásico de su gastronomía, pero en realidad el uso de esta hierba está extendido en todo el Mediterráneo y es muy popular en sus distintas cocinas.
Cultivada originalmente en climas tropicales, desde hace milenios, su adaptabilidad facilitó su introducción en las cocinas de todo el mundo. Y, aunque no se sabe exactamente cuál es el origen de la albahaca, a Europa llegó a través de las rutas del comercio de la India, hace más de dos mil años.
En la actualidad, la albahaca se produce en todo el mundo, en zonas cálidas, pero también en zonas de clima frío, gracias al cultivo en invernaderos, en los que se les protege de los ambientes demasiado fríos o demasiado secos.
La albahaca además ofrece una ventaja, si eres un cocinillas, y es que se adapta muy bien al interior de las viviendas, tanto sembrada desde semillas como a partir de plantas ya crecidas. Así que, sin un gran esfuerzo en su cuidado, podrás disfrutar de esta especia siempre que lo necesites.
Origen incierto
No se sabe con seguridad de dónde proviene la albahaca. Es probable que haya surgido en zonas de África, en áreas tropicales. Lo que está claro es que su expansión por el mundo fue rápida, ya que los nombres con la que se le denominan tienen orígenes muy variados.
La gran mayoría de los nombres que recibe tiene su origen en el término griego βασιλικόν («basilikón»), que después fue adaptado al latín, con el término basilius.
En castellano, sin embargo, la palabra que ha perdurado durante siglos es albahaca, una herencia clara del árabe. Y es que albahaca o alhábega derivan del hispano árabe alḥabáqa, que a su vez proviene del árabe clásico ḥabaqah.
La terminología de origen árabe es muy común en ingredientes introducidos en la Península durante la Alta Edad Media, especialmente en lo concerniente a hierbas y especias. Y es que, desde entonces, se empleaba la albahaca con fines culinarios, medicinales y rituales.
Los usos más allá del ámbito culinario no se limitaron solo a la Península Ibérica. Los antiguos egipcios, por ejemplo, la utilizaban para embalsamar a los muertos y, en la Antigüedad Clásica, se utilizaba en los entierros y como hierbas medicinales para potenciar el vigor y la fertilidad.
Atún, un clásico en la gastronomía española
Aunque en España el atún es un clásico de nuestra gastronomía, la realidad es que este pescado está presente en una gran parte del mundo, en sus distintas variedades. En todo el Mediterráneo y el Mar Negro predomina el atún rojo, pero en el Atlántico abunda el atún aleta amarilla. Y ambas son dos opciones excelentes para degustar acompañados de distintos tipos de arroz.
Es un pescado grande, que suele pesar en torno a 100 kilogramos y medir 2 metros de longitud, aunque hay especímenes que llegan a pesar 700 kilogramos y 3 metros de longitud.
Es un pescado azul y, como tal, tiene un alto contenido de omega-3, lo que contribuye a reducir los índices de colesterol. Tienen un nivel muy alto de proteínas, por lo que se suele recomendar en dietas altas en proteínas, para deportistas o para adelgazar.
También es una importante fuente de vitaminas B, A y D, y de minerales, como el potasio, el fósforo y el selenio.