Arroz con caldo de pescado: sabor único y tradicional

Hacemos el salteado de las gambas y gambones

Para comenzar la preparación de nuestro delicioso arroz con caldo de pescado, salteamos las gambas y los gambones en una sartén con un poco de aceite de oliva. Este proceso debe realizarse a fuego medio-alto para que ambos se doren ligeramente y suelten sus jugos, los cuales enriquecerán el sabor del plato. Es importante no cocinar demasiado las gambas y los gambones, ya que se terminarán de cocinar más adelante junto con el arroz.

Una vez que las gambas y los gambones estén dorados, los retiramos de la sartén y los reservamos en un plato aparte. Este paso inicial permite que las gambas y los gambones mantengan su textura y sabor, y además nos permite usar la misma sartén para el siguiente paso, aprovechando todos los sabores acumulados en el fondo.

Cocemos los mejillones

Mientras las gambas y los gambones se saltean, ponemos a calentar una olla con agua y agregamos los mejillones. Este proceso es esencial para abrir los mejillones y que liberen sus jugos marinos, los cuales se integrarán en el caldo de pescado que utilizaremos más adelante. Dejamos los mejillones en el agua caliente hasta que se abran completamente, asegurándonos de descartar aquellos que no se abran, ya que podrían no estar en buen estado.

Una vez que los mejillones estén abiertos, los retiramos del agua y los reservamos. Podemos separar algunos de ellos de sus conchas, manteniendo otros con las cáscaras para usarlos como decoración final del plato. Esta combinación de mejillones pelados y con cáscara no solo enriquece el sabor, sino que también aporta un atractivo visual a nuestro plato de arroz.

Hacemos el sofrito de las verduras

En la misma olla donde hemos salteado las gambas y los gambones, aprovechamos los jugos y restos que han quedado para hacer el sofrito de verduras. Añadimos cebolla, pimiento verde y pimiento rojo, todos ellos picados finamente en brunoise. Cocinamos a fuego medio, removiendo constantemente hasta que las verduras estén bien pochadas y comiencen a caramelizarse, lo que aportará un sabor dulce y profundo al sofrito. Ten en cuenta que el sofrito es la base de cualquier receta.

Una vez que las verduras estén listas, añadimos el tomate rallado y una cucharada de pimentón, removiendo bien para que se integren todos los ingredientes. En este punto, incorporamos el vino para guiso y dejamos que se cocine hasta que el alcohol se haya evaporado por completo. Este proceso no solo añade una capa extra de sabor, sino que también ayuda a desglasear la olla, liberando todos los sabores concentrados del fondo.

Agregamos el caldo, la pescada y el arroz

Con el sofrito listo, es el momento de agregar el caldo de pescado. Vertemos el litro de caldo en la olla, removiendo para mezclar bien con el sofrito y permitir que todos los sabores se integren. Cuando el caldo comience a hervir, añadimos las rodajas de pescada, asegurándonos de que queden bien sumergidas en el líquido para que se cocinen uniformemente.

Inmediatamente después, añadimos el arroz Brillante Sabroz, mezclándolo bien para que se distribuya de manera uniforme por toda la olla. Este paso es crucial para que el arroz absorba adecuadamente los sabores del caldo y el sofrito, comenzando su proceso de cocción. Mantenemos el fuego a una temperatura media-alta, permitiendo que el arroz se cocine de manera constante y homogénea unos 18 minutos.

Añadimos las gambas, los mejillones y los gambones

Cuando el arroz lleve unos 14 minutos en la olla, añadimos las gambas peladas, los mejillones y los gambones que habíamos reservado previamente. Esta adición debe hacerse con cuidado para no romper los granos de arroz ni deshacer los mariscos. La incorporación de estos ingredientes en este momento permite que se calienten y terminen de cocinarse sin perder su textura firme.

Es importante reservar algunos gambones y mejillones con cáscara para la decoración final del plato. Estos elementos no solo mejorarán la presentación del arroz, sino que también añadirán un toque extra de sabor al plato terminado. Continuamos cocinando el arroz hasta que alcance su punto perfecto, asegurándonos de que los mariscos estén bien integrados y distribuidos por toda la olla.

Decoramos con perejil o hierbabuena

Para dar el toque final a nuestro exquisito arroz con caldo de pescado, decoramos el plato con perejil o hierbabuena. El perejil fresco, finamente picado, aporta un color verde vibrante y un sabor fresco y ligeramente picante que contrasta maravillosamente con los ricos sabores del marisco y el pescado.

Por otro lado, la hierbabuena ofrece una opción diferente pero igualmente deliciosa para la decoración. Su aroma fresco y mentolado añade una nueva dimensión al plato, proporcionando un contraste refrescante con los sabores marinos. Al igual que con el perejil, la hierbabuena se debe añadir al final de la preparación para conservar todo su sabor y propiedades. Elegir entre perejil y hierbabuena dependerá de tus preferencias personales y del perfil de sabor que desees destacar en tu arroz con caldo de pescado.